¡LUCHEMOS POR LA SEGUNDA INDEPENDENCIA Y APOYEMOS AL PDA EN LAS PRESIDENCIALES!
El MCP invita al pueblo a votar el 30 de mayo por el POLO como confirmación del apoyo a una corriente de pensamiento y acción dispuesta a luchar por un gobierno alternativo a la oligarquía y el imperialismo que allane el camino de lucha por el poder popular.
En esta campaña política las fuerzas de oposición enfrentamos todo tipo de obstáculos, desde el terrorismo de Estado hasta la ausencia de garantías prácticas electorales del gobierno de Uribe y los dueños del poder, que quieren enterrar todo proyecto de izquierda incluyendo la promoción mediática de la “ola verde” de Mockus que no se define por el pueblo y pretende sustituir al POLO y demás fuerzas de izquierda; cuando en realidad sus programas son más de lo mismo de los partidos oligárquicos pero para impactar en el pueblo pretende ser la encarnación del decoro y la ética ocultando las responsabilidades de Mockus y Fajardo en las grandes pérdidas del erario público por la venta de empresas del Estado en sus alcaldías para convertirlas en negocio particular de sus patrocinadores.
La experiencia latinoamericana enseña que no es posible derrotar regímenes antipopulares sin las acciones directas del pueblo como “el Caracazo” en Venezuela o el accionar con bloqueos de calles, plazas y carreteras para derribar gobiernos burgueses en Bolivia y Ecuador no es posible alcanzar la fuerza necesaria para llegar a instaurar un gobierno alternativo. Nuestro continente enseña a no sujetarse a los calendarios de la ley electoral y esperarlos sin adelantar las luchas de acumulación y unir las fuerzas necesarias para el triunfo popular en Colombia y América Latina y el Caribe que nos libere del yugo imperialista, especialmente del dogal de los yanquis.
La construcción de una unidad capaz de liderar las distintas acciones populares nos obliga a luchar por un gran Movimiento de Oposición al Régimen y no sólo contra el gobierno de Uribe y su continuador, nos obliga a defender los avances que en esa dirección significan los pasos unitarios del PDA, la Gran Coalición Democrática y otros espacios de convergencia social y política que potencian la unidad y la lucha del pueblo; de allí que apoyemos al candidato del Polo Gustavo Petro manteniendo el debate sobre aspectos de su programa de gobierno que se apartan del Ideario de Unidad del Polo y de nuestros postulados emecepistas.
Esa unidad de acción popular nos proyecta y prepara para liderar luchas más contundentes aprendiendo de Grecia que desarrolla su cuarta huelga general en lo corrido del 2010, de lo que ya se prepara en España; y para apoyar a la gran masa de los emigrantes ilegales en Estados Unidos y Europa que se enfrentan a gobiernos socialdemócratas y a otros que como el de Barack Obama usan ropaje democrático para contener los pueblos y salvar al imperialismo y los capitalistas causantes de la crisis con sus “medidas de ajuste” que significan más penurias económicas y sociales para las mayorías mientras los poderosos acumulan nuevas riquezas.
Necesitamos de la unidad popular en Colombia, Latinoamérica y el Caribe, para escalar hacia la conquista de la cumbre del poder popular, para alcanzar el sueño bolivariano de la independencia de los inhumanos, excluyentes y terroristas designios del norte imperialista con sede en Washington.
Esta campaña presidencial la entendemos como movilización contra la crisis capitalista para lograr que las consecuencias la paguen los ricos y nuestro pueblo avance en la suma y multiplicación de las fuerzas necesarias para alcanzar estos objetivos estratégicos y tácticos. Se trata de que a las puertas del segundo bicentenario reivindiquemos y aprendamos de las tradiciones populares heredadas desde las gestas libertarias de José Antonio Galán y su movimiento “Los Comuneros”, de Simón Bolívar y su ejército patriota.
De ello partirán pasos para superar el desempleo; la carestía; el atraso y el olvido de las regiones y las comunidades de indígenas y negros; para alcanzar ingresos dignos para el pueblo y condiciones para que las mayorías adquieran cultura y disfruten de la recreación y el deporte.
Abrir camino a la justicia social en lo inmediato significa tomar medidas de emergencia como el incremento de ingresos y salarios (especialmente del mínimo), la derogatoria de las leyes de reforma laboral de Uribe y sus antecesores, de la Ley 100 que rige en la salud, de toda la doctrina militarista y guerrerista de la seguridad democrática que se consume la mitad del presupuesto nacional que se necesita para inversión económica y social y asumir la solución política al conflicto como asunto clave para avanzar hacia la paz. También es indispensable derogar las ventajas en impuestos a las multinacionales y grandes empresas capitalistas, acabar con las superganancias y el descontrol del sector financiero.
La soberanía no puede seguir siendo discurso de gobernantes para tapar pactos leoninos como el TLC con Europa y con Estados Unidos, o como el tratado de las bases militares, o como los planes de ajuste del FMI que pisotean el derecho de Colombia a un trato en pié de igualdad y en términos de beneficio recíproco con otros Estados.
Mientras el Estado pague la deuda externa, en tanto las multinacionales saquen el mayor beneficio de la explotación de nuestros recursos naturales y la fuerza laboral nacional, NO habrá recursos para la inversión económica, regional y social.
Necesitamos un gobierno Alternativo de Unidad Popular que se comprometa con la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente que redireccione y saque del ideario neoliberal la visión del desarrollo económico, de la soberanía económica con gran inversión productiva y la investigación científico-técnica que desarrolle una gran industria nacional y fortalezca el mercado interno; que ejecute una reforma agraria a favor del campesinado sin tierra y empobrecido; que tenga en la mira el apoyo al pequeño y mediano productor; así como las inversiones del Estado en vivienda, por garantías en la seguridad social, por la educación y salud públicas que cubran las necesidades del pueblo.
Llamamos a participar con entusiasmo en la preparación de la Marcha de la Independencia a efectuarse en julio, del Congreso de los Pueblos y en las tareas acordadas en la coordinadora de organizaciones sociales.
Comité Nacional
Bogotá, 23 de mayo de 2010