En el municipio de Sonsón- Antioquia- los días 29 y 30 de agosto de 2009, se celebraron los 100 años del sindicalismo (1909 – 2009) en Colombia. Esta importante fecha fue reconocida por todo el movimiento sindical de nuestro
país, con la presencia de integrantes del Comité Ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores CUT, del Comité Ejecutivo de FECODE, de la subdirectiva CUT, de las organizaciones sindicales filiales como ADIDA, de organizaciones, de movimientos políticos y por parte de la población del municipio de Sonsón, esto nos muestra que los sindicatos mantienen su vigencia como una de las formas organizativas de los trabajadores.
La sociedad de artesanos de Sonsón, obtuvo su reconocimiento jurídico como la primera Asociación Sindical en Colombia el 30 de agosto de 1909, a esos hombres y mujeres las felicitaciones y el regocijo por tan importante papel jugado y los aportes históricos en favor del movimiento social y popular particularmente al movimiento sindical.
Actualmente la Junta Directiva (2009) de la Sociedad de Artesanos está conformada por: Carlos Alberto Ríos Jiménez –Presidente-, Gabriel Gallego Flórez –Vicepresidente-, Carlos Julio Giraldo Sánchez – Secretario-, Gilma Manrique Giraldo –Tesorera- y Luz Elena Pérez Arias –Fiscal-. Con estos hombres y mujeres y la agenda programada en estos dos días permitió balancear, reconocer y proyectar aspectos importantes del papel del sindicalismo no solo en el departamento de Antioquia, sino en Colombia y el mundo.
Se reconoce que el movimiento sindical colombiano vive desde los inicios de los años 90, una profunda crisis cuyo origen radica principalmente, en dos grandes factores:
Primero, la gran ofensiva del capital con el terrorismo de Estado y/o la “guerra sucia” para llevar a cabo la implantación del neoliberalismo. Segundo, la traición de un sector importante de la izquierda que, luego de la aparición de la perestroika y la caída del social imperialismo soviético se pasó al lado del enemigo adoptando tesis y prácticas contrarias a los intereses de los y las trabajadoras.
Junto a lo anterior, el acentuamiento del reformismo, así como debilitamiento de la unidad del movimiento social y popular, ha conducido a una merma notable del trabajo unitario y la pérdida de confianza de las masas en formas organizativas como estás.
Sin lugar a dudas, el ataque feroz por parte de la patronal y el gobierno a los derechos de organización, de petición, negociación y huelga (violación a la libertad sindical) expresan la falta de garantías para el ejercicio de la labor sindical, el recorte de los derechos democráticos y de libertades políticas en Colombia.
La modalidad más actualizada para quebrantar el derecho a la organización sindical, es no negociar ningún pliego de peticiones y al contrario, presentar contra pliegos y pactos colectivos, forzando los pasos legales de la negociación a la última etapa, la del tribunal de arbitramento, para imponer, con la santa alianza patrón-gobierno sus decisiones mediante el laudo arbitral en contra de los trabajadores. Por esta vía intentan acabar con las pocas convenciones colectivas que quedan y de paso con los sindicatos.
Los sindicatos seguirán siendo una de las formas organizativas más acertadas de los trabajadores en la medida en que se sigan los lineamientos del sindicalismo de clase. Veamos:
· Tener siempre presente que son los y las trabajadoras las que hacen la historia y quienes juegan el papel decisivo.
· Un trabajo correcto en las organizaciones sindicales parte de un imperativo ético y moral de ser fieles a los intereses de la clase obrera y de trabajar con los más desprotegidos y oprimidos.
· Debemos abanderar y ser decididos por la unidad interna en la organización, del movimiento sindical y popular. Entender y comprender que la unidad se construye por la base y al calor de la lucha y es necesaria cuidarla celosamente a cada paso, exigiéndonos siempre capacidad, honestidad y guiados por concepciones y directrices sindicales y políticas correctas.
· Nuestro trabajo en los sindicatos debe incluir necesariamente un proceso de organización (afiliación permanente) que redundará en el crecimiento y fortalecimiento de las organizaciones, pero además de unos contenidos y visión que se enmarquen en la defensa irrestricta de los intereses de la clase trabajadora y al avance en posiciones democráticas, progresistas y de izquierda en el entorno donde nos movemos. Debe incluir además, la generación de recursos materiales y económicos su sustenten el trabajo.
· La lucha ideológica, política y económica, deben ser permanente al interior de los sindicatos para garantizar la derrota a las corrientes de pensamiento y acción que se oponen al proceso de fortalecimiento y crecimiento de la organización sindical, que quebrantan la democracia interna-sindical-, que utilizan los cargos para su beneficio personal, que se ponen al lado del gobierno y del patrón.
La sociedad de artesanos de Sonsón contribuyen en la historia del movimiento sindical y nos deja un legado que siempre debe estar al orden del día en las organizaciones sindicales la recuperación de los derechos laborales, necesidad urgente para los trabajadores. Emprender una amplia campaña entorno al tema de los derechos laborales, principalmente en lo referente a la libertades sindicales: Libre asociación, organización sindical, a presentar pliego de peticiones, reclamación, a la convención colectiva: estabilidad, a la movilización y la huelga.
Es indispensable impulsar un amplio movimiento de oposición al régimen y al gobierno de Álvaro Uribe Vélez, que partiendo de los sectores organizados de trabajadores, avance a los no organizados y a los demás sectores de la sociedad, responsabilidad hoy, del movimiento sindical.
La tarea principal del conjunto del movimiento sindical colombiano, es contribuir en la construcción y funcionamiento de ese movimiento de oposición al régimen, siempre persistiendo y elevando la oposición popular al gobierno y todas sus políticas y medidas neoliberales y fondo – monetaristas; a las privatizaciones, a la flexibilización laboral y a las políticas de globalización; a la dominación imperialista; al pago de la deuda externa; a la presencia de bases militares norteamericanas en el territorio colombiano, al Plan Colombia, a la seguridad democrática; al sistema capitalista que sojuzga y oprime al pueblo colombiano.
Con la movilización y la lucha permanente estamos garantizando la acumulación de fuerzas por conquistas no solo particulares en el movimiento sindical sino de carácter general.
El movimiento sindical debe además, contribuir en la lucha por un gobierno democrático, patriótico y antiimperialista. Y a la consolidación de propuestas de organización de carácter frentistas que hoy se mueven en el país como es la del Movimiento por una constituyente popular, con un claro norte: UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE AL SERVICIO DEL PUEBLO.