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Agosto, 24 de 2009.
En Bogotá, los días 20, 21 y 22 de agosto de 2009, se realizó con gran entusiasmo unitario y combativo la Cumbre Nacional de Organizaciones Sociales y Políticas. Participaron cerca de mil (1.000) personas en representación de diferentes sectores sociales, poblacionales, organizaciones populares y políticas.
Como lo he venido planteando, la actual crisis económica que se vive no solo a nivel mundial sino en nuestro país tiene grandes repercusiones en lo político y lo social, agravándose con el incremento de la injerencia imperialista a través del gobierno Norteamericano Barack Obama y la genuflexión del gobierno de Álvaro Uribe Vélez Uribe con las bases militares yankis que convierten a Colombia en cabeza de puente de una ofensiva contra pueblos y países del continente americano.
Las siete (7) bases militares: base naval de Cartagena, base aérea de Malambo, base aérea de Palanquero, base naval de Bahía Málaga, fuerte militar de Tolemaida, base aérea de Apiay y la base militar la Arandia. Son un agregado más de la toma de siete lugares de nuestro país, que lo dejan militarmente ocupado por los EEUU con la farsa excusa de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Las informaciones sobre las luchas de los diferentes sectores sociales, poblacionales y de organizaciones populares que hoy siguen su curso y las que se preparan son elementos centrales que demostraron que el pueblo colombiano se ha dispuesto, se dispone y se dispondrá a la pelea sin limitarse a lo electoral y a la no reelección, pues se viene tomando conciencia de los cambios de fondo que se requieren en todos los niveles en el país.
Estos hechos enmarcan nuestra realidad política, social y económica, reclamando de las fuerzas progresistas, democráticas y de izquierda la disposición a encabezar un comportamiento político unitario que permita avanzar hacia la conquista de derechos democráticos y libertades políticas en nuestro país.
Esta cumbre social y política la valoro como un éxito en la medida que expresa puntos de encuentro en la construcción de la unidad, como lo muestran los acuerdos a que se llegaron:
1. Convocatoria a la acción política y la movilización social.
Según las conclusiones de la Cumbre, la crisis económica y política tiene a Colombia viviendo 4 tragedias:
· La económica, con los efectos de la aplicación neoliberalismo, la concentración de la riqueza y la tierra, la desigualdad y la exclusión económica y social.
· La social, con aumento de la pobreza, la miseria, el desempleo, el hambre, la violación sistemática de los derechos humanos.
· La humanitaria, con la guerra y el aumento sistemático de la violación de los Derechos Humanos y la violación al derecho internacional humanitario por parte del Estado Colombiano.
· La política, que se expresa por la toma del Estado por el narco paramilitarismo y la clara tendencia del actual gobierno hacia un régimen fascista en nuestro país.
La movilización social ha estado al centro: los corteros de caña del Valle del Cauca, la amplia movilización de la juventud y de la sociedad en contra de la guerra; la Minga Indígena y Popular, las luchas de Asonal judicial, de trabajadores del carbón, campesinos, afro descendientes, educadores, organizaciones de víctimas, las luchas de los compañeros-as- del LGTB entre otras. Luchas que expresan el descontento y la disposición de cambiar las condiciones existentes actuales.
2. Acuerdo y compromisos concretos.
· La lucha por la paz con justicia social. Promover acciones y acuerdos humanitarios y escenarios hacia la solución política del conflicto armado interno y los conflictos sociales y políticos.
· La defensa del medio ambiente y persistir en la búsqueda de la soberanía alimentaria para defender la calidad de vida de todos los colombianos. Apoyar las exigencias de reparación integral a las víctimas.
· Rechazar la presencia de bases extranjeras y la entrega de las bases de las Fuerzas Armadas para operaciones del Comando Sur, que es un camino que escala el conflicto, lo internacionaliza, lesiona la soberanía y la necesidad de la unidad latinoamericana y de una nueva política concertada y multilateral de seguridad en la región.
· Apoyar una agenda de lucha contra el narcotráfico que se aparte de la fracasada “guerra contra el narcotráfico” y privilegie un enfoque de salud y contra los carteles internacionales del tráfico y lavado, rechace la criminalización de los campesinos o de los adictos y consumidores, suspenda la erradicación forzada, las fumigaciones y la utilización de la estrategia antidroga como instrumento de seguridad continental.
· Luchar por la generación de empleo digno, por el respecto a las libertades políticas y los derechos humanos defendiendo un plan económico y social de desarrollo democrático que no descargue los costos de la crisis en el pueblo.
3. Para acuerdos concretos, acciones concretas- nuestro compromiso-.
· Organizar y preparar acciones de protesta regionales y locales en defensa de los intereses económicos y sociales de todos los sectores del pueblo. Respaldar las movilizaciones convocadas para los próximos meses por el movimiento sindical, indígena y popular, en particular la Jornada Nacional de Lucha convocada por FECODE y la CPC el 26 de agosto; la Movilización Nacional contra las bases norteamericanas el 9 de septiembre y la Jornada Mundial, continental y nacional por el Trabajo Decente el 7 de octubre. La Cumbre compromete su respaldo y solidaridad con las luchas sociales que se libran en el país.
· Respaldar con la preparación desde la base el paro cívico nacional.
Como Movimiento por la Constituyente Popular que hace parte del Polo Democrático Alternativo – MCP- PDA- al cual pertenezco, jugamos un papel importante en esta cumbre, que consideramos que hace parte del movimiento político y de masas opuesto al sistema, que busca derrotar este proyecto autoritario en Colombia, para ganar reivindicaciones sociales, políticas y económicas en favor de nuestro pueblo.
Es importante seguir ganando en la iniciativa de la lucha por un gobierno democrático, popular y patriótico, es por eso mi apoyo al compañero Carlos Gaviria a la candidatura presidencial y a la consulta interna del PDA.
Por la situación tan grave que vive nuestro país, seguiremos insistiendo en el movimiento de masas por la renuncia de Uribe al calor de la lucha social y política.
Seguiremos insistiendo en el movimiento social y político y particularmente en el PDA, que lo electoral debe atenderse pero no puede copar todo nuestro tiempo y espacio, pues no es lo que garantiza las salidas inmediatas y estructurales de los problemas de nuestro país.
¡Un Gobierno para el cambio!
¡Que la crisis la paguen los ricos!
¡Fuera yanquis imperialistas de Colombia!