POR OVER DORADO CARDONA
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Julio 28 de 2009

El gobierno Norte Americano ha ejercido un intervencionismo agresivo en diferentes partes del mundo, en especial donde tiene sus intereses geoestratégicos.

Hoy, ya no tiene el argumento de la guerra fría, ahora se fundamenta en la “lucha contra el terrorismo”, el narcotráfico y supuestas razones humanitarias.
El imperialismo Norte Americano frente a nuestro país mantiene la justificación de combatir el narcotráfico combinándolo con el nuevo pretexto de lucha contra el terrorismo, que no es otra cosa, que el combate contra la insurgencia como un asunto de su seguridad nacional, y así aparece en el mundo como el defensor de los Derechos Humanos y adalid de la democracia.

Lo que en realidad los gringos están desarrollando es su afianzamiento y dominio sobre los países, naciones y zonas de influencia a fin de crear condiciones en su lucha por la hegemonía mundial y el control de zonas geoestratégicas.
Se cierne un mayor peligro de intervención militar abierta o encubierta con gran movilización de tropas extranjeras norteamericanas en Colombia, que escalaria los pasos de una intervención militar directa: mayor número de misiones militares, radares, acrecentamiento de la injerencia, operaciones en nuestro territorio, la presencia de un mayor número de asesores y oficiales gringos.
El Plan Colombia, el Plan patriota sintetizan la estrategia global contra insurgente y de colonización de nuestro país por parte de los gringos. Colombia es un modelo para la aplicación de los experimentos gringos de subyugación de América Latina y el Caribe.
Es por obra de dicho plan y de una de sus expresiones como son las bases militares gringas que convierten a Colombia en cabeza de puente de una ofensiva contra los pueblos del continente americano, generando una problemática política, económica, comercial y militar sin precedentes con nuestros vecinos en particular con Ecuador y Venezuela y en general con: Bolivia, Nicaragua, Argentina, Brasil y Paraguay entre otros.
En Colombia de acuerdo a informaciones fidedignas existen tres bases militares gringas abiertas y encubiertas:
1. Tres esquinas, que es la más grande y se encuentra ubicada en el Departamento de Caquetá.
2. La ubicada en la Hacienda Larandia, ubicada en el Departamento de Caquetá.
3. La llamada “Inteligencia Técnica” del Pentágono, ubicada en el Departamento del Meta –Villavicencio-, están las unidades de aviación que combaten las guerrillas.
Es claro, que las bases militares son algo inherente a los afanes del imperialismo. En sí, ellas son una muestra del poderío, del proceso de sumisión y genuflexión de los gobiernos como el de Colombia; estas bases militares permiten mantener bajo el control a los pueblos sometidos, mantener la explotación y expoliación de las riquezas conquistas y los recursos naturales extraídos y de actuar pronto contra cualquier cosa que presente algún tipo de problema al sistema social imperante, a su régimen y gobierno.
Resalto que una base militar gringa en Colombia complementaría a las existentes y estaría en capacidad de controlar todas las operaciones -no sólo relacionadas con la insurgencia colombiana- sino con todo tipo de actividades políticas soberanas que se realicen en América Latina y en el Caribe. En particular contra los gobierno alternativos o que no sumisos al imperialismo norte Americano: Venezuela y Ecuador. Esto puede conllevar a un enfrentamiento militar de carácter regional donde los gringos esperan sacar los mejores dividendos.
Las nuevas bases militares gringas (Vienen de Manta –Ecuador-) serían: Apiay, Malambo, Palanquero (que se encuentra a 100 Km de Bogotá), Cartagena y Bahía Málaga. Se habla de un “acuerdo” por 10 años entre los dos gobiernos y entrarían alrededor de otros 1400 efectivos militares más.
Considero que esta afrenta que le hace el gobierno de Álvaro Uribe Vélez a su pueblo, no nos queda otra alternativa, que prepararnos para rechazar con la movilización y la lucha nacional la violación de nuestra soberanía, seguir denunciando al gobierno Uribe por ilegal e ilegitimo, seguir contribuyendo a su debilitamiento y exigiendo su renuncia inmediata. Por eso coge más fuerza la lucha contra la reelección no solo contra el gobierno de Uribe sino contra el “Estado Comunitario” y su columna vertebral la Seguridad democrática. Vamos por un gobierno democrático, progresista y de izquierda en Colombia. Nos corresponde enfrentar por esa vía el Plan Colombia con decisión, buscando el apoyo y la solidaridad de los pueblos de América Latina.

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